Más tarde empece a pensar en el "DESTINO".
Ese loco concepto por el cual no somos
responsables por el rumbo que toma la vida,
por el que todo está predestinado, escrito
en las estrellas.
Tal vez eso explica que por qué viviendo en
una ciudad en donde no puedes ver las estrellas
tu vida amorosa tiende a ser un poco mas al
azar.
Y aún cuando cada hombre, cada beso, cada
dolor de cabeza es ordenado de una especie
de catalogo cosmico, podemos dar un paso
equivocado y abandonar nuestra via láctea
personal.
No pude evitar preguntarme ¿Puedes cometer
un error y fallarle a tu destino?
MB

Seguidores
Archivo del blog
sábado, 19 de febrero de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
yo no creo que en el destino....
ResponderEliminarcreo que esta en nuestras manos
cambiar lo que no nos gusta...