En infinidad de ocasiones busco que Alejo se preocupe por mi, que me diga flaca, que me pregunte si como, que se angustie porque vomito. Cuando llego a pesar 47 kilos, finalmente Alejo da un leve indicio de preocupación por smi delgadez, señalándome que estoy demasiado flaca: "Mi delgadez estaba dándome frutos: estaba concientizando a Alejo. Era todo lo que quería. ¡Era más de lo que quería! Pero que Alejo me dijera eso no fue suficiente. Necesitaba más."
El intento de autoeliminación que realizo a los diecinueve años echa luz sobre un punto hasta ese momento velado de mi anorexia. Un intento que planifique por varios días para que "fuera perfecto". El día anterior había pegado fotos de mi familia y amigos en la pared, tome cuarenta Rivotrils con un botella de vino que había comprado para consumir con Alejo y me realizo cortes con una Gillette en los brazos. Posteriormente entro al baño y me afeito completamente mi cabello y cejas. Como broche de oro llamo ocho veces a Alejo y cinco a mi psicólogo: "Quería avisarles que me moría y que era de noche y que (ja ja) no iban a poder hacer nada" y eh de haberme transformado en: "Un ser asexuado, sin vida, sin cejas, sin pelo, sin nada
No hay comentarios:
Publicar un comentario
dejame tu mensaje